Siempre he oído que para un escritor es necesario leer mucho. “Te ayuda a ser más observador, encontrar ideas, pulir el estilo y mejorar tu manejo de la palabra”. Todo eso es cierto. Además, ¿qué sentido tendría ser o querer ser escritor, si no estás en contacto con otros libros? Para escribir, como en otras artes, uno no puede ser una isla.
Por otro lado, no he escuchado a muchos hablar sobre los talleres que cursa un escritor. En alguna oportunidad oí que los talleres de narrativa podrían ser una pérdida de tiempo. No estoy de acuerdo. Cada vez que he visto la ocasión de tomar alguno, lo he hecho de inmediato. Siempre es necesario buscar cómo mejorar y un taller de escritura creativa es una gran oportunidad.
En un taller de escritura creativa puedes mejorar tu redacción, conoces estructuras narrativas o como trabajar los diálogos, por ejemplo. Compartes tus escritos con otros participantes, conoces sus trabajos y sus puntos de vista. El diálogo amplía tu perspectiva. Tu mente se enfoca y dejas de dar vueltas en ideas que no te dejan avanzar, derribando así el muro del bloqueo creativo.
He cursado distintos talleres y podido disfrutar de las vivencias y experiencias literarias de escritores como: Alonso Cueto (La hora azul, La pasajera), Iván Thays (Las fotografías de Francis Farmer, El orden de las cosas), Raúl Tola (Toque de queda, La noche sin ventanas), Enrique Planas (Kimo kawaii, Otros lugares de interés) y recientemente con Cronwell Jara (Cabeza de Nube y las trampas del destierro, Hueso duro y otros cuentos). Lo digo orgulloso y contento, porque cada uno me ha obsequiado trozos que se unen a mis lecturas y terminan aterrizando de una u otra forma en el papel.
Algunas sorpresas también han llegado, ya que motivado por mi pasión por el cine, he llevado dos cursos con la guionista Úrsula Vilca (El evangelio de la carne, Secreto Matusita). ¿Qué podría aportar eso en mi vida de escritor? Una vez más la respuesta es: mucho. Creo que no soy la excepción al hablar que cuando escribo un cuento o un relato, imagino todo como si fuera una película. Las estructuras entre un guion de cine y una novela pueden ser diferentes, pero ambos ámbitos se nutren mutuamente y conviven. No por nada, escritores como Scott Fitzgerald (El gran Gatsby), trabajaron como guionistas.
Sería soberbio de mi parte decir que estoy alcanzando algunos logros solo.
La verdad es que también se lo debo a cada uno de estos grandes talentos y a los nuevos maestros que estoy seguro tendré en el futuro. Si estás pensando entrar en un taller o curso en el futuro, te recomiendo que te abraces de la humildad. Prepárate para crecer y desarrollar tu imaginación.
Cada año dicto Talleres de escritura creativa con el objetivo de ayudar a más personas a ampliar su creatividad literaria. Los resultados siempre me sorprenden, ya que los participantes producen más de un cuento, todos ellos sumamente interesantes. También han habido casos donde plantean inicios de novelas que espero se publiquen muy pronto.
Gracias por pasar por aquí. Hasta la próxima.
Daniel Collazos Bermúdez
Twitter: @danielcollazosb
Fanpage: danielcollazosbermudez
Instagram: danielcollazosb
Comments